No me canso, no me rindo, no me doy por vencido

Cuando nos proponemos grandes objetivos y queremos cumplirlos, es importante recordar que el camino será duro. No por casualidad todas las cosas que valen la pena en esta vida son aquellas por las que hay que luchar!
Por lo tanto todas las personas a las que miro con admiración por lo que han logrado han tenido que superar obstáculos muy difíciles para llegar donde están hoy. En mi vida, no ha habido situaciones tan importantes en las que haya tenido que elegir si rendirme o no. Aunque puedo decir, después de haber vivido alguna pequeña experiencia de este tipo, que fuerza y determinación son dos cualidades fundamentales de una persona para determinar su manera de afrontar la vida.
Si todos nos rindiéramos en el primer intento, nadie sabría conducir, cocinar, trabajar, hacer deporte, ni siquiera leer y escribir. Además el fracaso es parte de la vida, si no fracasas no aprendes y si no aprendes no cambias.
Las adversidades llegarán en cualquier momento, y evitarlas no es la solución, ni tampoco debe ser la mejor opción. Sin embargo, es estúpido tratar de controlar todo porque vivimos en un mundo donde es muy poco lo que podemos manejar a nuestro alrededor. Por consiguiente, debemos tratar de no rendirnos nunca, porque en cualquier momento el viento puede cambiar de rumbo y nuestros esfuerzos, tarde o temprano, serán recompensados.

Beatrice Circognini, VE