¿Quién es Pablo Hasel y por qué hemos oído hablar tanto de él en las últimas semanas?
Pablo Rivadulla duró naciò en lérida el 9 de agosto de 1988. Es conocido artísticamente como pablo hasél, es un rapero español. Debutó en la escena underground del hip hop español con la demo “esto no es el paraíso” en 2005. Actualmente canta del rap político, en un contexto underground. También es autor de varios libros y poemarios. Él es comunista y un gran defensor del independentismo catalán; en el pasado también se había pronunciado a favor de eta, el grupo terrorista y separatista del país vasco, hoy disuelto.
Hasél había escrito varios tweets ofensivos contra la policía y la monarquía, diciendo, por ejemplo, que “por culpa de arabia saudí, los niños de yemen estaban sufriendo enormemente”. Lo típico de los amigos democráticos de esos mafiosos de los borbones”, refiriéndose a la familia real española. Además, hasél había publicado una fotografía de victoria gómez, que fue miembro del desaparecido grupo terrorista marxista grapo, que se atribuyó más de 80 asesinatos entre 1975 y 2006. Junto a la foto de gómez, hasél había escrito: “las manifestaciones son necesarias pero no suficientes, apoyamos a los que van más adelante”. El lunes, la audiencia nacional, un tribunal superior español con sede en madrid, le condenó a: nueve meses de prisión, seis años de “inhabilitación”, que implica la suspensión de ciertos derechos, y a pagar una multa de 30 mil euros por los delitos de incitación al terrorismo e injurias a la corona y a las instituciones. También se juzgaron los tweets con los que, antes de su detención, no dejaba de actualizar a sus 136.000 seguidores sobre cómo su condena era una “humillación indigna”. Son sobre todo las letras de sus canciones de rap las que le incriminan, como en la canción “juan carlos el bobón”, pero no sólo. Las canciones que se juzgan son muchas más y fueron publicadas hace más de diez años, donde hasél exaltaba a los grupos terroristas del grapo, considerados como “autodefensa contra el imperialismo y su crimen”, y de la eta. Hasél, en sus propias palabras, denunció cómo la violencia en españa está sometida a un doble criterio: el de los presos políticos, “tratados peor que los violadores”, y el de la violencia impune de la monarquía, acusando de nazismo a la brutalidad policial y a los jueces.
Debería haberse entregado el pasado viernes a la policía pero se atrincheró en la universidad de lleida durante 24 horas con cincuenta fans, amigos y colaboradores para intentar resistir hasta el último al encarcelamiento. Tras encerrarse en la universidad de lleida, el lunes, hasél había escrito que debían “volarlo antes de detenerme y meterme en la cárcel”.
Esta sentencia llega tras el proceso al que se había sometido hasel por el mismo delito en 2018 y por el que ya había sido declarado culpable en 2014. Además, en 2017 había sido imputado por resistencia a funcionario público y en 2018 por allanamiento de morada. Es decir, que la cámara que ya había suspendido por tres años la ejecución de una primera condena y aunque los abogados de hasel lo solicitaron no se tuvo en cuenta una nueva suspensión de la pena en este caso por sus “antecedentes penales”. La detención del rapero, que fue recogido por los mossos en la universidad de lleida el martes, se considera un ataque a la libertad de opinión.
Por eso se han iniciado tantas protestas en toda españa. Dos ciudades históricamente opuestas, madrid y barcelona, se han unido a la protesta, marchando y enfrentándose a la policía durante días en las calles contra lo que prefieren llamar un delito de opinión. Casi dos mil en la capital catalana y más de mil en la española, donde la puerta del sol fue el principal campo de batalla. Pero la protesta se ha extendido a todo el país, desde tarragona a vic, granada, burgos, guadalajara y toledo. Las manifestaciones nacidas de forma espontánea en las redes sociales se convirtieron en marchas no autorizadas (casua pandémica), que condujeron a escenas de violencia, que culminaron con la destrucción de la comisaría de vic, en cataluña, y la pérdida de un ojo de una joven de diecinueve años.
Los manifestantes detenidos por los mossos d’esquadra tienen entre 18 y 25 años la mayoría de ellos y no pertenecen a ningún colectivo político ni resultan fácilmente clasificables dentro de una ideología concreta.
Algunas entrevistas realizadas por el periodico a los manifestantes:
- “a mi Pablo Hasél me da igual, ha dicho muchas cosas que no me gustan, pero no por eso tiene que ir a prisión. Salgo más por criticar los abusos de la policía y como se nos criminaliza a los jóvenes por protestar que por hasél”, dice carme, estudiante de filosofía de 20 años
- “queremos que las cosas cambien, los que tienen el poder huelen a franquismo”, explica marc, de 23.
- Joan, de 21 años: “salimos porque el encarcelamiento de hasél es injusto y porque los jóvenes sufrimos el paro y ya vemos como será nuestro futuro”. Ha salido desde el martes a protestar y cree que los medios “criminalizan la protesta”. No está de acuerdo con los disturbios. Informa carles planas.
Los analistas de la comissaria general d’informació estudian el conflicto y, a pesar de que todavía es pronto para sacar conclusiones, apuntan a diversos factores sociales como detonantes del estallido de violencia: el agotamiento de las medidas sanitarias, la crisis económica provocada por la pandemia, el ascenso de una formación como vox o el elevadísimo paro juvenil han motivado una sensación de enfado entre capas de los más jóvenes que habría prendido con cualquier otra mecha. Y ha acabado ardiendo con “la excusa de hasél”.
A favor de la liberación de pablo hasel se ha firmado un manifiesto que dice: “el encarcelamiento de pablo hasel hace aún más evidente la espada que pende sobre la cabeza de todos los personajes públicos que se atreven a criticar abiertamente la actuación de las instituciones del estado. Somos conscientes de que si permitimos que pablo sea encarcelado, mañana pueden ir a por cualquiera de nosotros hasta conseguir ahogar todo susurro de disidencia.” este manifiesto ha sido firmado por más de 200 artistas, entre ellos el director pedro almodóvar, el actor javier bardem, el cantautor joan manuel serrat, el actor luis tosar y el rapero valtony.
Amnistía internacional también se ha pronunciado al respecto. “nadie -dijo esteban beltrán, director de amnistía internacional españa- debe ser perseguido penalmente sólo por expresarse en las redes sociales o por cantar algo que pueda considerarse desagradable o escandaloso. Las expresiones que no incitan clara y directamente a la violencia no pueden ser criminalizadas. Si no se modifican estos artículos de la ley, se seguirá silenciando la libertad de expresión y restringiendo las manifestaciones artísticas” para la organización internacional “es injusto y desproporcionado que pablo hasel vaya a la cárcel”
Después de estas explicaciones, ¿qué te parece? ¿crees que es una pena injusta?
Giulia Vernucci 4M
